Cambio de sede y fin de la flagelación


En 1.705 se trajo de Madrid el paso del Prendimiento realizado por Raimundo Capuz. En el año 1.717 se pagan al mismo escultor 2.800 reales por la realización del paso de la Cruz a Cuestas, ambos pasos son los que han llegado hasta nuestros días. En 1.719 realizó un nuevo paso de los Azotes pero éste fue sustituido en 1.955.

En 1.718 se realizaron nuevas banderas de los elementos pintadas por Nicolás de la Cuadra.

En 1.723 el Ilmo. Sr. D. José de Espejo Cisneros, Obispo de Calahorra, realizó visita a la villa y al visitar la cofradía y pedirles que se le mostraran los estatutos se percataron de que éstos estaban extraviados. Se les ordenó que en seis meses presentasen nuevas reglas o de lo contrario se verían privados del título de Cofradía así como del derecho de pedir o recibir limosnas. Poco caso se debió de hacer a esta orden ya que en 1.726 el Obispo requirió de nuevo que se le presentasen las reglas. Debido a este auto, el ayuntamiento prohibiría que se pidiesen limosnas en público ni de forma particular para las procesiones y celebraciones que corrían a cargo de la Vera Cruz, procediendo a recoger sus libros, pasos, imágenes y otras pertenencias hasta que se resolviera el tema de las nuevas ordenanzas y comienza a nombrar mayordomos de entre sus concejales y a organizar las procesiones de Semana Santa.

La cofradía redactó nuevas reglas en el año 1.732 que fueron aprobadas el 29 de febrero. Después de mucha insistencia y en cumplimiento de la provisión dada por Felipe V, el 20 de marzo de ese año, el ayuntamiento procedería a devolver a la cofradía todas sus pertenencias. Entre ellas encontramos los siguientes pasos: Santa Cena, el Prendimiento, la Columna, la Coronación, la Cruz a Cuestas, la Muerte, el Calvario, el Descendimiento, imagen del stmo. Cristo dentro de sus andas de cristal, imagen de Ntra. Sra. de la Soledad, imagen de San Juan Evangelista, Cristo en la Cruz.

En 1.745 se realizó el nuevo paso de la Coronación de Espinas por Manuel Romero que actualmente se conserva.

El 4 de febrero de 1.769 se da un dictamen para que la villa de Bilbao pueda prohibir los abusos introducidos en sus iglesias y conventos en las postulaciones de limosnas por medio de cuestores, el ayuntamiento prohibió pedir limosnas a los cuestores a excepción de los mayordomos de la cofradía de la Vera Cruz, atendiendo a los gastos, sobre todo los días de Jueves y Viernes Santo.

En el año 1.770 la cofradía viviría un cambio de sede al trasladarse la parroquia de los Santos Juanes desde el antiguo templo de Atxuri al actual de la calle la Cruz que había quedado libre tras la expulsión de los Jesuitas en 1.767.

En 1.771 se comenzaría a celebrar la procesión de Miércoles Santo que en un principio consistía en el traslado de la imagen de Ntra. Sra. de la Soledad desde el nuevo templo de los Santos Juanes hasta la parroquia de San Antón, punto de comienzo de las procesiones desde entonces ya que se encontraba al lado de la antigua sede de la cofradía y permitía mantener los recorridos.

También en 1.771 la cofradía entrega un informe al corregidor en el que señala que no posee otro medio de sustento que las limosnas que recogía todos los viernes del año y los días señalados de cuaresma, y que la integraban 400 hombres y mujeres que contribuían con 16 reales de vellón en su ingreso y otros 200 hermanos que no contribuían con cantidad alguna pero llevaban sobre sus hombros los pasos de la pasión en las procesiones de Semana Santa.

En 1.777 Carlos II prohibió los disciplinantes, empalados y otros espectáculos en las procesiones de Semana Santa ya que la automutilación chocaba frontalmente con las nuevas ideas ilustradas. Este año sería el último que participaron flagelantes en las procesiones bilbaínas.