Con motivo de la celebración de los 450 años de la cofradía, en 1.954, se quiso estrenar el Nuevo paso de Los Azotes que venía a sustituir a uno anterior de la misma temática, obra de Raimundo Capuz que se conserva en la Iglesia de San Miguel de Zalla.

La obra se encargará de realizarla el imaginero santurtziarra Ricardo Iñurria que ya había esculpido otro paso para Bilbao, concretamente el Ecce Homo, para la Cofradía de la Pasión. Para su realización se desembolsaron 175.000 pesetas. La obra no pudo estrenarse para la Semana Santa de 1954 por una enfermedad del escultor que le impidió su finalización, con lo cual hubo que esperar al Jueves Santo 7 de abril de 1955 para ser bendecido momentos antes de iniciarse la Procesión de la Santa Cena.

La obra siguió en cierta manera las líneas directrices del viejo "bulto", de 5 imágenes, prevaleciendo la composición cuadrada con los sayones y soldados en las esquinas y la figura de Cristo atado a la columna en el centro. La figura de Cristo se talló en su estudio, una lonja de la calle Prim, en madera de caoba de Guinea y las otras cuatro en madera de ciprés de Marquina bien curada. El paso destaca por la crueldad del tormento impartido en la espalda del Señor y las posiciones bruscas y con movimientos convulsivos en el resto de las figuras. La policromía de las imágenes fue realizada por el mismo autor de la talla.

Este paso procesiona la tarde de Jueves Santo en la Magna Procesión de la Santa Cena.

 

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