Se desconoce la autoría y fecha de realización de este paso. aparece por primera vez en la documentación de la cofradía en un inventario realizado en el año 1.694.
Se trata de un cristo articulado que se usaba para la realización de la función del desenclavo, que tenía lugar en la puerta de la iglesia de los Santos Juanes. Ante ella se levantaría un altar, tras el cual se encontraba, bajo un dosel, el Santo Cristo en la Cruz. Este Cristo se desenclavaba en dicho acto, para ser depositado en una urna de cristal, reposando su cabeza en almohadones. Una vez que se realizaba este acto, daría comienzo la procesión del Santo Entierro. Era costumbre desde los primeros tiempos de la cofradía que un grupo de jóvenes de la Villa vestidos de soldados romanos irían dando guardia al Santo Sepulcro, tanto en la iglesia como durante la procesión. En tiempos más modernos este paso era portado por sacerdotes de las distintas parroquias de la Villa.
Actualmente no participa en las procesiones de Semana Santa ya que la escena que representa está cubierta por el paso del Cristo yacente, realizado en 1.947.