La Cofradía se dota de imaginería


En el año 1.610, el Licenciado Polo realizó una visita a la villa en representación del Obispado de Calahorra y comprobó que la corrupción se había introducido en el seno de la Vera Cruz. Esta corrupción consistía en que la noche de Jueves Santo las mujeres se disciplinaban junto a los hombres en la iglesia de los Santos Juanes, unas con túnicas y otras descubiertas. Ante esos hechos, se manda que en adelante ninguna mujer pudiera entrar en la iglesia del hospital entre los hombres para la disciplina, ni para la procesión, y si querían disciplinarse lo tendrían que hacer en sus casas.

En esta época la cofradía de la Vera Cruz suministraba 32 túnicas blancas para la procesión del Jueves y Viernes Santos a los disciplinantes que acudían a ella y túnicas de holandilla negras para los cofrades que portaran pasos.

En el año 1.655 comprobamos, por las actas municipales, que son los concejales los que nombran a los predicadores que darían sus sermones en la iglesia de los Señores San Juanes así como a los mayordomos que regían la vida de la cofradía.

En 1.665 se realizaron tres bultos para el paso del Señor en la columna y por esas fechas consta en las cuentas gastos por el cordero y los panes que se ponían encima de la mesa del paso de la Última cena.

En 1.672 se realizó un gran trabajo de mantenimiento en los pasos, bajando las imágenes, componiéndolas y pintando todos los bultos.

En 1.673 se pagaron 218 reales por pintar los cuatro elementos, en 1.677 se vuelven a aderezar. Una característica propia de las procesiones de la Vera Cruz fueron la representación de los cuatro elementos, tierra, agua, viento y fuego, en unas banderas de tafetán negro y pintadas por los dos lados, con el símbolo respectivo en el centro del lienzo. El Jueves Santo eran llevados al viento y la tarde de Viernes Santo eran arrastradas por el suelo.

En 1.676, en las cuentas que da el Ayuntamiento, se lee una partida que sería destinada para la compra de tela negra para la confección de una nueva bandera negra , que sería colgada en la iglesia de los Santos Juanes durante la Semana Santa, y otra partida para aderezar otra vieja.

En el año 1.682 tenemos noticias de un acuerdo que se tomó en el Ayuntamiento, el cual se convirtió en Decreto, acerca del luto que guardarían los señores del gobierno de la villa en la "procesión que se celebra del Santísimo entierro los dias de Biernes Santos", consistía en una pesada capa negra que lucirían en dicha procesión.

En 1.693 se realiza la nueva imagen de Ntra. Sra. de la Soledad que se le adquiere al escultor Raimundo Capuz y que ha llegado a nuestros días.

En 1.694 se realiza un inventario en el que constan entre multitud de pequeñas cosas: Altar de la Vera Cruz con la efigie de Ntro. Sr. en la Cruz. Había un enrejado en el cual estaba una cruz de plata y en medio de ella una reliquia del Lignum Crucis, Altar de la señora de la Soledad con la efigie de Ntra. Sra. y la pintura del Ecce homo, paso de la Última Cena, paso de la Oración en el Huerto, paso del Prendimiento, paso de la Columna, paso de la Coronación, paso de la Cruz a Cuestas, paso del Descendimiento, paso del Longinos, efigie del Santo Cristo con sus andas de vidrio dorada, paso de la Muerte, paso de San Juan.