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Quintín fue un niño enfermizo que comenzó a estudiar en la Escuela de Artes y Oficios siendo condiscípulo de Moisés Huerta, otro futuro gran escultor, y el segundo de los Arrúe. Trabaja con el escultor Serafín Basterra, autor de algunas esculturas del Ayuntamiento; lo hace en la calle Ribera, al lado de donde Juan Larrea tenía su estudio.

La primera obra de Quintín sería el “Héroe de los Mares”, un busto de barro cocido. Será mozo ayudante en el taller del begoñés Bernabé de Garamendi hasta que el Ayuntamiento le concede una beca de 1.500 ptas. Se va a París con 23 años. Nemesio Mogrobejo le pone en contacto con Paco Durrio, que también estudió en Atxuri. En 1902 pide nuevamente una beca a la Diputación opositando con Mogrobejo, Larroque y Arteta. A los cuatro les concederán la beca.

Su novia Rosario Rada cae enferma de tuberculosis, una enfermedad mortal entonces. Quintín localiza un sanatorio suizo, se casa con su novia y van a Suiza. Le salvan. Aquel matrimonio tendrá 3 hijos: Quintín, Félix, que morirá en el frente, y Pedro, que fue a México.

Quintín se anuncia en los periódicos para construir panteones con lo que en el cementerio de Bilbao podemos disfrutar de una grandiosa muestra de la Obra de Quintín de Torre. El más importante el de la familia de Pedro Maiz, un panteón colosal. También son importantes los de la familia Ulacia Beitia y la familia Cámara. Los construye también en Algorta (familia de Venancio Echevarria) y en Portugalete (Braulio Churruca). Más humilde es la de Felipe Serrate, nacido en Lisboa.

El propio panteón de Quintín es austero, con una Dolorosa, reflejo de su mujer Rosario Rada.

Tras la muerte de Mogrobejo, en la indigencia, en Graz (Austria), los artistas quisieron unirse. En 1910 tuvo lugar una muestra póstuma de obras de Mogrobejo en la Filarmónica. Umanuno hizo un llamamiento a la conciencia de los artistas vascos. Se intentó crear el Círculo de Bellas Artes en 1910, que no llegó a nacer, pero por fin en 1911 se fundó la Asociación de artistas vascos, que se dio a conocer con unaexposición de arte moderno en la Filarmónica. Nunca ha habido tanta gente de renombre en una Asociación artística irrepetible. La Asociación tomó postura contra la destitución de Unamuno como Rector de Salamanca por el ministro Bergamín.

En esa época Quintín crea “El timonel” por encargo de Sota. Fue colocada en el Palacio Ibaigane. Tras la guerra, requisado el Palacio, alguien fusiló a “El timonel” que presentaba los impactos de bala.

En 1918 murió Aureliano Valle. Su entierro fue un homenaje de todo Bilbao. Se sacó a concurso la ejecución de un monumento por parte de La Coral. Se presentaron Moisés Huerta y Quintín. El jurado compuesto por Losada, Bastida y Pedro Guimón, dictó sentencia: los dos primeros a favor de Huerta y el último por Quintín. A pesar de todo, y a pesar del escándalo, la Coral le dio el encargo a Quintín. Es el que está al lado del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Quintín fija su residencia en Madrid y ayudó, junto a Moisés Huerta e Higinio Basterra, a adornar el magnífico edificio del Banco Bilbao, obra de Bastida.

En 1922 fallece Pichichi (Rafael Moreno Aranzadi), un mito futbolístico en el Athletic, un pariente de Unamuno. Quintín es el autor de la escultura que podemos admirar en San Mamés y ante la que todos los equipos, que visitan por primera vez la catedral del futbol, depositan un ramo de flores.

Quintín hace un busto a Azaña. Entre eso y su amistad con Prieto y Unamuno, tendrá problemas. En una comida del Estado Mayor franquista en Medina de Pomar, en plena guerra, el General Moliner dice: “Hemos decidido que a Quintín no se le fusila”. Quintín quedó aterrorizado. Sus dos hijos, Quintín y Félix, lucharon con los faciosos, muriendo el segundo en el frente de Lérida.

A Quintín, coincidiendo con la guerra, le aparece una enfermedad denominada “parálisis general progresiva”. Irreversible.

Tras la guerra, en 1945, durante la Navidad, Quintín hijo, perdió la vida accidentalmente por el disparo de caza de un compañero. Nuestro Quintín de Torre ya no levantó cabeza.

En 1958 falleció su mujer Rosario. Él todavía aguantaría hasta que en 1966, al filo de cumplir 90 años, Quintín fallecía. Fue enterrado en el cementerio de Bilbao, en Derio, entre todos los monumentos que había realizado.


PASOS PROCESIONALES REALIZADOS PARA LA VERA CRUZ:

La Oración en el Huerto (1.924)

El Descendimiento (1.926)

Las Tres Cruces (1.945)