Bilbao 1.876
+Bilbao 1.957
Destaca a edad muy temprana. Comienza su andadura en la empresa familiar y es apadrinado por Bernabé de Garamendi. Continúa su formación en la Escuela de Artes y Oficios, siendo el primer alumno que imparte clases en el centro, cuando apenas cuenta 14 años se encarga de la clase de un curso femenino. En 1898, una comisión mixta de Diputación, Ayuntamiento y Artes y Oficios acuerda la concesión de una beca que se le prorroga hasta 1902. Estudia en la Academia Julián de París y es considerado seguidor de Auguste Rodin, con cuya influencia alcanza una mayor conciencia lingüística.
Los primeros motivos manifiestan la continuidad tradicional del taller familiar, como ocurre en el panteón de Garamendi (h. 1898) o los bustos a Casilda de Iturriza y Lorenzo Múgica (1901). En las piezas que manda desde París, como Consuelo (el abrazo), puede observarse, asimismo, una temática alegórica muy próxima al modernismo de entresiglos. Realiza asimismo obras de carácter funcional, como una chimenea en la que se evidencia la influencia del autor del Pensador. Unas tentaciones impresionistas que se manifiestan en el gusto por perfiles curvos, ritmos dinámicos, cuerpos desnudos, modelados turgentes de dentro a fuera, torsos muy detallados, así como texturas donde la luz cabrillea y se detiene fragmentariamente. Actitud aperturista que sólo utiliza en ocasiones y que alterna con encargos mas tradicionalistas. La doble temática social y costumbrista no le es ajena durante la primera década del siglo veinte. Por un lado realiza grupos obreros y mineros, como Barrenadores (1907). Y por otra parte, atiende a deportes autóctonos, caso del lanzamiento de barra, cuyo Palankari hecho en 1912.
En 1911 obtiene la cátedra de modelado del natural en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao, después de modelar una figura desnuda durante tres meses, compitiendo con cinco opositores: Pascual Aurrecoechea, Federico Sáenz, Juan Goitia y Quintín Torre. Forma parte de la Sociedad de Artistas Vascos y de Aficionados a las Artes Plásticas (1913), después denominado Círculo de Bellas Artes y Ateneo (1914), asociación en la que ocupa cargos de tesorero y vicecontador.
Suele afirmarse que su formación fue importante pero que no llegó a madurar con propia voz a pesar de introducir en Bilbao el ímpetu rodiniano. Lleva a cabo una importante nómina de piezas, fundamentalmente en iglesias y cementerios. Desempeña asimismo diversos cargos, como profesor en Artes y Oficios y en el Museo de Reproducciones, donde participa en la realización de la catalogación.
Las aportaciones a la escultura funeraria de Higinio Basterra son muchas en número y muy variadas en composiciones y planteamientos. La tumba dedicada a la familia Maestre (1928) recoge un ciclo sugerente que en parte nos reenvía a Brueghel. A lo alto, un vigilante relieve de Dios que todo lo ve, que parece estar hecho por otras manos. Y a la altura del suelo, dos figuras de tamaño natural avanzan frontalmente. La resolución plástica es digna de encomio. El modelado anatómico es simplificado pero tiene ritmo y turgencia interior. Utiliza los paños de modo magistral, mostrando las desnudeces del hombre y de la mujer que vagan ciegos por el reino de las oscuridades.
Higinio Basterra es un gran trabajador que se acompaña de numerosos operarios y discípulos para poder atender a un gran número de demandas. Sus obras de carácter funerario se encuentran dispersas por los cementerios de toda la provincia, sólo firmaba en los casos más personales, como los grupos escultóricos ejecutados para los cementerios de Derio, Begoña, Deusto, Guernica, Santurce o Plencia.
Comienza su actuación muy cercano a los preceptos neoclásicos de sus maestros, como se manifiesta en el Mausoleo hecho a la memoria de Bernabé de Garamendi, en Begoña. Hecha en vida del fallecido escultor, no se coloca sino tiempo después, tras unas complicadas negociaciones con la Anteiglesia e interviniendo la aseguradora. Está concebida bajo la austeridad del orden, la serenidad y la armonía. Corona el monumento un ángel anunciador que eleva un dedo al cielo, y se encuentra en muy malas condiciones.
Sus trabajos posteriores tienen unas disposiciones de mayor naturalidad, incluso cuando se trata de argumentos religiosos. Así, el ángel de la tumba de Azcue está muy humanizado. Su reflexiva presencia recibe la influencia de la postura del pensador de Rodin, aunque tenga un modelado muy distante. Recoge sólo el repertorio icónico. Y lo relaciona con un monolito en forma de triángulo, un elemento utilizado por Cánova, muy simple y que rehuye del decorativismo.
Fue un prolífico e influyente escultor. Artista dotadísimo, tuvo un gran dominio sobre la materia. Envuelve la mirada con las sutilidades de sus esfumados y veladuras pero produce la sensación de cierta distancia y algo de frialdad. Después de los primeros años se entrega a los gustos sociales dominantes y trabaja paralelamente por encargo. Sin pasarse del todo a las innovaciones, se mantuvo fiel a una estatuaria de alto oficio no exenta de las aperturas impresionistas provenientes de Rodin.
PASO PROCESIONAL REALIZADO PARA LA VERA CRUZ:
Cristo Yacente (1.947)